viernes, 9 de diciembre de 2022

 


                                 MI BIOGRAFIA

 

Mi nombre es Oliver Queen,  y soy un multimillonario que actualmente tiene 30 años, nacido en 1931 en la ciudad  estarling estados unidos heredero de la fortuna y dinastía Queen, tengo a mi familia, que son mi madre  Moira Queen, mi padre Robert Queen, y mi hermana menor thea Queen actualmente mis padres se encuentran muertos así que solo somos mi hermana y pero  bueno, actualmente me encuentro casado con una hermosa dama que se llama felicity smoack  una chica muy hermosa e inteligente con quien tengo 2 hijos William y Mía  Queen mi mejor amigo se llama Tommy  Merlyn el también se encuentra muerto actualmente

 

la guerra de reforma

 El periodo denominado Guerra de Reforma comenzó con los acontecimientos que provocaron la promulgación del Plan de Tacubaya y que consistieron en los intentos de los conservadores; quienes buscaban el mantenimiento de las tradiciones heredadas de los gobiernos monárquicos en estos territorios. Situación que los llevó a intentar derogar la Constitución de 1857, para evitar que fueran suprimidos los privilegios del fuero militar y eclesiástico.

 

Mientras que en la Ciudad de México se preparó una sublevación bajo el nombre del  “Plan de Tacubaya”, para el que se reunió al 1/er. Batallón de Ingenieros, a las órdenes del Coronel Domingo Nava, el Batallón Ligero Activo de México, al mando del Coronel Marcos Esnaurrízar y dos Baterías de Artillería a las órdenes del Coronel Zeferino Rodríguez, con un aproximado de 1,200 elementos y al frente el General Félix Zuloaga. 

 

El 17 de diciembre de 1857, se difundió en todas las calles de la Ciudad de México el Plan de Tacubaya con el que se abolía la Constitución de 1857, de manera que el General Ignacio Comonfort quedaría con las facultades del mando supremo, mientras Benito Juárez en funciones de presidente de la Cámara de Diputados fue llevado a prisión en el mismo palacio para efectuarse el cambio político.

 

Ignacio Comonfort, tras adherirse al Plan de Tacubaya intentó sumar simpatizantes pero en algunos estados, como el de Veracruz rápidamente se restituiría el orden constitucional, paulatinamente lo hizo perder el control. El 11 de enero de 1858, fue nombrado en su lugar el General Félix Zuluaga.

 

En cuanto fue puesto en libertad Benito Juárez, partió a Guanajuato donde estableció su gobierno provisional y publicó un manifiesto con el que declaró el restablecimiento del gobierno constitucional de la República.

 

Mientras que en la capital, la junta de representantes designó como presidente al General Félix Zuluaga, quien tomó posesión del cargo el 23 de enero, iniciándose con este evento las hostilidades entre el gobierno liberal que velaba por preservar la constitucionalidad y otro gobierno de corte conservador suscitó constantes enfrentamientos.

 

Durante el primer año de la guerra entre conservadores y liberales, la balanza se inclinó del lado conservador, ya que los experimentados generales conservadores Miguel Miramón y Leonardo Márquez consiguieron numerosas victorias sobre las tropas liberales en los estados de San Luis Potosí, Colima, Guanajuato y Jalisco.

 

Mientras que las tropas liberales comúnmente tenían líderes improvisados, se habían conformado por milicias que carecían de adiestramiento y pese a sus constantes derrotas, los comandantes profesionales comenzaron a pasar de un bando a otro, ocasionando paulatinamente que las tropas liberales tuvieran una mejor conducción en la guerra y con ello, el desequilibrio de las fuerzas conservadoras.

 

Además durante esta guerra, en varias ocasiones países extranjeros ejercieron influencia política tanto en favor del gobierno liberal como en el conservador. En el caso de los Estados Unidos de América el apoyo fue conforme a las pretensiones de firmar un tratado para asegurar, que les fuera concedida la soberanía de la Baja California y el tránsito comercial por Tehuantepec.

 

Un nuevo Ministro Robert McLane, llegó a Veracruz el 1 de abril de 1859 y para el día 6 de ese mes reconoció a nombre del gobierno estadounidense, la legalidad de la administración de Juárez.  El 14 de diciembre de 1859 se firmó, en el Puerto de Veracruz, México, el Tratado McLane-Ocampo que formalmente fue conocido como el Tratado de Tránsito y Comercio.

 

Los firmantes fueron Robert McLane y Melchor Ocampo, como ministro de Relaciones Exteriores del gobierno liberal de Benito Juárez, finalmente el arreglo fue conveniente a las políticas expansionistas de los Estados Unidos de América, e irremediablemente aceptado por la urgencia del dinero para financiar la guerra en contra de los conservadores. Sin embargo, el acuerdo nunca fue ratificado por el Senado de los Estados Unidos América.

 

Mientras los conservadores establecieron una alianza con España en el tratado  firmado el 26 de septiembre de 1859 en Paris, por Juan. N. Almonte y Alejandro Mon, enviado de la Reina Isabel I, para que los conservadores recibieran un préstamo monetario, para avituallar a sus tropas y salir victoriosos de la guerra.

 

De manera que la guerra continuaba asolando al territorio nacional, al ser difundidas las llamadas Leyes de Reforma, que fueron basadas en la separación de los bienes de la Iglesia y el Estado, provocaron que se redujera la principal fuente de recursos que sostenía la guerra de los conservadores.

 

El 22 de diciembre de 1860, en las inmediaciones de San Miguel Calpulalpan, se libró la última batalla de la Guerra de Reforma, en la que los liberales resultaron victoriosos y comenzaron con la ocupación de la Ciudad de México, el General Jesús González Ortega como Jefe del Ejército (Constitucionalista de 1857), promulgó un decreto el 27 de diciembre para la disolución del Ejército permanente.

El 11 de enero de 1861, Benito Juárez hizo su entrada a la capital y posteriormente convocó a elecciones, convirtiéndose en Presidente Constitucional. Sin embargo, los conservadores inconformes por la derrota, buscaron nuevamente ayuda del extranjero para continuar con las hostilidades y al año siguiente dio inicio la Segunda Intervención Francesa.

martes, 6 de diciembre de 2022

 

Principales causas de la Revolución Mexicana

  • La desigualdad social y la concentración de la riqueza. Durante el Porfiriato, el país tuvo un crecimiento económico importante. Sin embargo, la riqueza quedó repartida en unas cuantas manos nacionales y en otras pocas extranjeras.
  • No existía la libertad política. El pueblo no podía elegir a ningún representante dentro de los poderes estatales ni federales. Estos eran impuestos por Porfirio Díaz, quien, pese a estar en contra de la reelección, permaneció en el poder más de 30 años.
  • Despojo de tierras a los campesinos. Díaz hizo una serie de reformas a la legislación que facilitaban la entrada a compañías extranjeras para que se adueñaran de “terrenos baldíos” los cuales pertenecían a indígenas, campesinos o gente muy pobre que no tenía el dinero para trabajar sus tierras y eran despojados de ellas.
  • Creación de latifundios. Las haciendas de gran extensión pertenecían a unos pocos propietarios mientras la mayoría de los mexicanos moría de hambre.
  • Disminuyó la calidad de la enseñanza popular. El 80% de la población era analfabeta.
  • No había libertad de expresión. La prensa tenía prohibido emitir cualquier tipo de opinión en contra del gobierno y las huelgas estaban prohibidas para todos los sectores.
  • Obreros y campesinos carecían de protección laboral por lo cual estaban expuestos a la sobreexplotación. La mayoría de los trabajadores debían cumplir con jornadas de más de 12 horas por un sueldo miserable de 75 centavos.
  • Represión y uso de la fuerza. Las condiciones laborales eran pésimas, sin embargo, cuando los trabajadores y campesinos trataban de manifestar su inconformidad, fueron reprimidos brutalmente. Un ejemplo es el asesinato de obreros durante la Huelga de
    Cananea (1906) y de Río Blanco (1907).

domingo, 13 de noviembre de 2022

GOBIERNOS A TRABES DE LA HISTORIA



LA PRIMER MONARQUÍA EN MEXICO


click aquí para un vídeo
click aquí para u vídeo

“La Independencia que se consiguió en 1821 preveía el establecimiento de una monarquía constitucional. Es decir, no se trata de un proyecto republicano”, afirma el investigador del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH) de la UNAM, Alfredo Ávila Rueda.

Al recordar la efeméride, el historiador universitario señala que la monarquía quedó establecida en el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba, firmados entre Agustín de Iturbide y Juan de O´Donojú, el último jefe político español en la Nueva España. Estos acuerdos establecían que se ofrecería la corona al propio rey de España, Fernando VII, o alguno de los príncipes de la casa real española. En caso de que no aceptaran, el Congreso, que se reuniría en México ya independiente, estaría en libertad de elegir a un emperador.

“Es importante que se trate de una monarquía porque el propio Agustín de Iturbide lo señaló en el Plan de Iguala, su objetivo era tener un monarca ya hecho y evitar los desastres que puede traer la ambición. Lo que él quería era un Poder Ejecutivo estable, para evitar que la ambición de los militares y de los políticos trajera anarquía al nuevo país”, detalla.

Para el historiador, “estaban tratando de conciliar dos extremos que nosotros podemos pensar que son irreconciliables: por un lado, el nuevo país nació del derecho natural que tenía la sociedad para independizarse y formar un nuevo país; y, por otro lado, la necesidad de establecer un gobierno estable, sólido, duradero, que no se viera afectado por ese derecho a la insurrección. Son dos extremos e Iturbide creyó que con una monarquía se podían conciliar”.

España tuvo una negativa a aceptar la Independencia de nuestra nación, así que ni el monarca español ni su familia vendrían a gobernar. Se dejó en manos del Congreso mexicano la posibilidad de elegir un monarca. Desde el comienzo de la vida independiente de México hubo un gran apoyo para que se buscara aquí al emperador. “Hubo algunas propuestas, como la de Guadalupe Victoria y Fray Servando Teresa de Mier, para que se coronara emperador a algún descendiente de la antigua realeza mexica. Guadalupe Victoria propuso buscar a un patriota que luchó por la Independencia y que se casara con alguna descendiente de los mexicas”, precisa Ávila Rueda.

La popularidad de Agustín de Iturbide desde un inicio fue enorme. “Hoy a Iturbide muy poca gente lo recuerda, y la mayoría lo considera humillado en la historia de México. Pero en su momento, a partir de la entrada del Ejército de las Tres Garantías en septiembre de 1821 a la Ciudad de México, Iturbide fue tremendamente aclamado, adulado, había sermones en donde lo comparaban con Moisés, que sacó a su pueblo de la opresión para darle la libertad, era el enviado de Dios, era el libertador”, destaca el investigador.

Para que fuera coronado hubo desde apoyos espontáneos de diputados, hasta manifestaciones del pueblo en las calles con infiltrados. La visión de Iturbide fue que eran manifestaciones populares espontáneas, “y sus enemigos decían que estaba manipulando el proceso. La verdad es un poco intermedia”.

La propuesta de su coronación llegó al Congreso. Tuvo apoyo de numerosos legisladores, pero también hubo presión para forzar la voluntad del Congreso.

Tenemos, asevera Ávila Rueda, la historia de un país que nace de la ruptura con España, pero que pretende instaurar un gobierno estable y busca una monarquía constitucional para darle estabilidad. Por otro lado, está la popularidad de Iturbide, de las manifestaciones y finalmente la decisión del Congreso a su favor. La monarquía constitucional no pudo conciliar estos dos extremos.

El experto explica que Iturbide nunca pudo tener control sobre el país, tampoco lo tuvo sobre el cobro de impuestos, la mayoría no llegaban a la Ciudad de México ni tenía la capacidad para que ese dinero entrara a las arcas de la capital.

Incluso no “tenía la capacidad para imponer su voluntad en todas las provincias, era difícil en un país muy desarticulado después de más de una década de guerra. De inmediato tuvo problemas con el Congreso. Iturbide quería imponer un sistema de policía nacional (una gendarmería nacional) para la seguridad del imperio, pues había mucha violencia y él quería centralizar el mando para perseguir bandidos, delincuentes y gente que se levantaba en armas. Pero el Congreso se opuso, pues representaba los intereses de cada provincia y no estaba interesado en darle tanto poder al Estado centralizado”, afirma.

Terminó disolviendo ese órgano legislativo, incluso hubo una conspiración republicana pero no fue tan importante, nunca podrían haberlo derrotado, relata el universitario.

La disolución generó descontento político y en diciembre de 1822 Antonio López de Santa Ana se rebeló en su contra, y a favor de la República; este no tenía suficiente capacidad militar al salir de Veracruz, donde sucedió la insurrección. Iturbide envió tropas para acabar con Santa Ana y con Guadalupe Victoria, pero el problema fue que les faltaban recursos económicos y no pudieron derrotarlos.

Lo que hicieron fue regresar a la Ciudad de México para restablecer el Congreso. “Las propias tropas que mandó Iturbide se le voltearon, y a partir de allí las provincias tomaron la batuta del gobierno y fueron las que decidieron empezar a construir el nuevo país, mientras Iturbide entendió rápidamente que no tenía posibilidades de mantenerse”, señala.

Había diputados que querían la pena de muerte para él, porque disolvió el Congreso y por lo tanto era considerado traidor. Pero otros legisladores pensaban que era el gran héroe de la Independencia.

“Hoy hemos perdido la dimensión, pero es el hombre que consiguió la Independencia. Lo mandaron al exilio a Livorno, en Italia, y le dieron una pensión. Pero en esa época se establecieron en Europa del sur (España, Italia, Grecia) gobiernos constitucionales, es un periodo de revoluciones liberales en esa zona. En 1823, cuando Iturbide está en Italia, los reaccionarios, los absolutistas, establecen otra vez gobiernos anticonstitucionales y hay un renacer del absolutismo. E Iturbide, que estaba exiliado en Italia, de pronto se ve en peligro porque los gobiernos absolutistas lo acusan de ser el que propició la Independencia de México de España, y por tanto es enemigo de España”, detalla.

Entonces envió correspondencia a sus contactos en territorio mexicano temiendo por su vida. Partió a Londres y con eso violó los acuerdos que había tomado el Congreso, que lo exilió. Pero en Inglaterra se sentía más protegido.

“En Londres entra en contacto con algunos agentes españoles, de Nueva España, y explora la posibilidad de volver a México. Hay gente en Guadalajara que está muy opuesta al gobierno republicano de la Ciudad de México, en Tamaulipas, en Zacatecas, en lo que hoy es el Estado de México. El gobierno mexicano piensa que viene para volverse a coronar, él dice que no. Que viene para ocupar el lugar que la patria quiera darle y para defender a México del absolutismo, que ya hay en Europa y teme que puedan reconquistar México. La verdad está entre las dos cosas”.


                                   MI BIOGRAFIA   Mi nombre es Oliver Queen,  y soy un multimillonario que actualmente tiene 30 años, nacido...